sábado, 9 de marzo de 2013

Ayer se celebraba el Día Internacional de la Mujer

Día internacional de la mujer glamorosa
Por un feminismo de la diferencia, por el respeto de la especificidad femenina, por el reconocimiento de la complementariedad entre el varón y la mujer.
Remedios Falaguera
(ArgentinosAlerta.org) Es ya una evidencia incontestable que la mujer participa en todos los ámbitos de la vida pública, laboral y familiar; también lo es que a lo largo de estos últimos años la mujer ha demostrado estar igual de preparada que el hombre para trabajar y acceder a los centros de poder, de decisión empresarial, política, económica, jurídica y de cualquier otro ámbito.

Afortunadamente para todos, gracias al sentido común, hemos superado la conquista de la igualdad que, en no pocas ocasiones, nos ha llevado a abandonar por el camino no solo la vida y la familia, sino también nuestra inteligencia, nuestros méritos, nuestras capacidades y nuestros dones. Y que, desgraciadamente, nos ha convertido en "víctimas de un complejo de inferioridad, cuando no de desviaciones patológicas mas severas", como suele decir una amiga mía.

Nuestra "lucha" de hoy, y para esto debe servirnos también el Día Internacional de la Mujer, es defender nuestra dignidad como ser humano y para el ser humano, aceptando nuestras diferencias, y celebrando ser nosotras mismas. Es decir, reconocer
"un feminismo de la diferencia, haciendo hincapié en que el conocimiento y el respeto por la especificidad femenina es el modo correcto de interpretar la necesaria y omniabarcante complementariedad entre el varón y la mujer, convocados desde el inicio de la creación a construir juntos y en pareja el destino de la humanidad"
como le gustaba decir a Edith Stein.
Por esta razón, soy de las que afirman que ser mujer, que no mujer-florero, tiene un glamour especial; un glamour que no se encuentra ni en una cara bonita ni en un cuerpo perfecto, sino más bien, en el encanto y la seguridad que produce descubrir que la mujer orgullosa de serlo "sabe ocupar su lugar en un plano de auténtica igualdad".

Dicen los expertos en moda que "glamour" es sinónimo de elegancia, de atractivo, de fascinación, de buen gusto; significa, en fin, brillar, pero no por los accesorios externos sino por la seguridad que cada persona desprende. Es más, la persona verdaderamente glamorosa es aquella que sabe combinar principios, creencias, educación, cultura, sensibilidad y saber estar, consciente de la calidad y el atractivo que provoca en todo aquel que se cruza en su camino.
Entonces, ¿por qué no lucir todas esas cualidades con la elegancia y el descaro propio de la que se sabe una persona glamorosa?... "Seguir en ArgentinosAlerta. org"